Novedosos carros sin caballos: ¿Buenas noticias para los malos jinetes?
Primero lo obvio: sí, por supuesto que es una buena noticia para los malos escritores [1] igual que el motor de combustión interna fue una buena noticia para los malos jinetes, pero no sólo para ellos, es una buena noticia para casi todos.
Consideremos algunas citas de la nota:
[E]n los últimos meses los autores condenados a la autoedición, ya fuera por la baja calidad de sus textos o la miopía de los editores, han hallado en los Estados Unidos a incontables almas caritativas; a empresas dispuestas a facilitarles, en soporte electrónico, la edición que sobre papel les era negada.
Bueno sí, al ser publicar en electrónico casi gratis y venderse a un precio, va a aumentar la demanda de cosas a publicar, porque sube el margen. Se pueden "imprimir" cientos de libros con lo que costaba uno.
Hasta ahora obvio, pero más o menos cerca de la realidad. No dura:
Este progreso tiene sus damnificados. En primera instancia son los editores tradicionales, que ven debilitarse su poder sobre la selección, la producción y la distribución del libro.
Uy, que terrible. Supongo que se siente feo que tu trabajo se vuelva obsoleto. Claro, los monjes copistas seguro que pensaron lo mismo cuando aparecieron los imprenteros editores y anexos. El curro duró 500 años, es más que la mayoría.
La idea de que el libre acceso a las redes sociales electrónicas nos convierte a todos en músicos, en periodistas o escritores sigue ganando peso. Y, en paralelo, el papel de aquellos que no hace tantos años parecían llamados, merced a su formación, a canalizar el desarrollo del entretenimiento, la información o la cultura, sigue reduciéndose.
Yo estoy completamente en contra de la idea misma del periodismo imparcial. No hay ni hubo nunca un periodista imparcial, así que para qué hacer la morisqueta de que claro, no sos imparcial pero hacés como que sí, yo hago como que te creo y trato de ver adónde me querés meter el perro... cansa.
Así que yo, un tipo perfectamente parcial te va a decir POR SUPUESTO, CHUPATINTAS OMBLIGOCÉNTRICO. Todos escriben ahora, todos son escritores. El adolescente promedio escribe mucho más que cuando yo era adolescente. ¡El mismo medio de comunicación con sus pares ha migrado de oral a escrito! Sí, a nosotros los jovatos nos parece horrible como escriben, pero eso es porque somos dinosaurios.
Vos estás escribiendo sobre el drama de los subgerentes en la fábrica de rebenques en vez de escribir sobre autos.
¡Que te crezca un par de huevos, admití que te cagás en las patas porque sospechás que el periodismo no va a ser rentable en 20 años y listo! ¡No me vengas con la pose!
Mientras tanto, los demás nos vamos a divertir con la inmensa riqueza de escritura (buena y mala) incomparable con otro momento en la historia de la civilización.
Como te decía por Twitter, algo similar pasaba con los periodistas en el siglo XVIII. Cuando empezaron a surgir los primeros periódicos en Europa, los únicos que los editaban y escribían en ellos eran los escritores que diríamos "de segunda" (por no entrar en lo de buenos y malos que es muy subjetivo). Era un medio sin prestigio y los escritores consagrados podían apelar a un mercado donde se consumían sus obras que les permitía vivir sin caer en la prensa (sobre todo en Inglaterra y Francia, donde existía un mercado significativo, pero otro tanto se puede decir de España donde los autores prestigiosos encontraban su pan en otros ámbitos). Lo mismo pasó también en los primeros tiempos de los diarios online. Cuando los grandes diarios empezaron a sacar versiones online, ningún periodista consagrado escribía exclusivamente para internet. Hoy Clarín tiene su propia red de blogs, donde escriben muchos de sus principales autores.
Uno podría imaginar un futuro similar para los libros electrónicos. Actualmente no tienen mucho prestigio (en Argentina menos que en Estados Unidos). Pocos (no me animo a decir ninguno por desconocimiento) autores consagrados publican exclusivamente en formato digital. Pero en la medida en que se amplíe el juego, y se muestren las bondades del medio, es probable que autores famosos publiquen en digital y que autores que publiquen en digital se hagan famosos. Esto no garantiza nada respecto de "buenos" y "malos" escritores, como tampoco lo hace el mercado del libro de papel. Sino Marc Bloch vendería más que Felipe Pigna y Umberto Eco más que Dan Brown.
Claro, el día que a Pablo Coelho le cueste publicar que me vengan a decir que los malos escritores no publican.
Coincido, para mi lo fabuloso de Internet es que todos pueden escribir.
Tengo un blog hace 5 años, me encanta mantenerlo y escribir en él, aunque aveces mire algunos posts y diga "qué escribí aca?!".
Y algo que no pasa cuando publicas en árboles muertos: lo que pongo en mi blog es lo que YO quiero.
Por supuesto, si lo viejo te pareciera buenísimo es que empeoraste :-)
Es como cuando los vendedores de hielo se pusieron como locas ante la invención de la heladera ;)
Más vale, con esto de las cámaras digitales llegó la hora de los malos fotógrafos, que será del tipo con la cámara cajón en la plaza!
Claro, yo soy uno http://www.juanjoconti.com.... :)
PS. te referías al de la plaza de las palomas, no? ;-) #santafesinos
Exactamente hace 15 años que no paso por ahí, se debe haber jubilado :-)
Creo que lo mismo dijeron muchos periodistas "reales" cuando apareció Internet y los diarios digitales.
Y tenían razón, su negocio se achicó. Eso no quiere decir que sea malo para la sociedad en su conjunto, ni siquiera para el periodismo.
ultimamente, el gran diario argentino solo sirve para hacer el gran asado argentino.