Zoo City
Review:Awesome premise, good writing, I would have loved a little less showbusiness. |
Review:Awesome premise, good writing, I would have loved a little less showbusiness. |
Review:My opinion of Not Frank Herbert went up a couple of notches after I read this. If this guy co-wrote the Dune Prequels, Not Frank Herbert must be responsible for the good bits there. |
|
... aunque tal vez algún día ducharemos monos en la bañera. Si no entendiste el título, miráte Phineas y Ferb, me lo vas a agradecer. Es la historia de un malvado ornitorrinco interfiriendo los planes del brillante científico y empresario Duffenschmirtz.
Pero volvamos a París... sí, llegó el momento de un clásico, subir a la torre. La Torre Eiffel. Tomamos un taxi, llegamos allá... hay unos 400 metros de cola. Va bastante rápido, pero igual pinta para largo. Rosario tiene la brillante idea de que tal vez mamá pueda ser nuestra excusa para entrar más rápido. Parece que funciona, pero... es un acompañante nomás. Y somos cuatro. A hacer cola de nuevo.
Por lo menos el día se puso muy lindo! Y tenemos mucho tiempo para sacar fotos!
El primer piso tiene escrito, en letras doradas, nombres de científicos franceses...
Estoy como loco con la cámara nueva, el zoom óptico 10x significa que puedo sacar fotos desde muuuuucho más lejos y salen muuuucho mejor.
A mí me cae bien la Torre Eiffel. Es un monumento al ingenio y al laburo, que son cosas que aprecio mucho. Tiene dos millones y medio de remaches. Se pinta a mano cada siete aǹos. Eso es laburo.
Notablemente hay mucho tráfico por escalera, por lo menos bajando...
Sabían que Gustav Eiffel tuvo que pagar de su bolsillo para construir la torre?
En fin, hora y pico de cola, llegamos, boleto, y empezamos a subir. Tengo video de todos los ascensores, pero veamos uno nomás...
Y por supuesto, la vista desde arriba es increíble. En París no hay casi edificios altos, hay una torre en la ciudad, y los demás están en las afueras, así que parece aún más alto de lo que es.
El lado bueno de la espera es que llegamos arriba a tiempo para ver el atardecer, y no se me ocurre un momento más hermoso para estar ahí.
¡Pero todavía faltaba subir mucho más! Extrañamente, me pareció más impresionante la vista desde el segundo piso que desde el tercero. El tercero está tan alto que todo se ve chiquito, por ejemplo, me costó encontrar Sacre Coeur o Notre Dame, por la distancia.
Resulta que a casi 300 metros de altura, en otoño, en París, hace un frío de la hostia. Tato gritaba que se estaba congelando. Sacamos muchas fotos, pero listo, bajamos con las luces de la torre encendidas, flasheados, taxi y a casita.
Continuará...
El pronóstico hora por hora dice que se va a poner lindo a la tarde, así que dejamos a mi mamá y Tato en el departamento hasta que despeje y nos fuimos a caminar por el Bois de Boulogne que está cerca del departamento.
Agarramos por Foch, aunque por Bouguet es más directo, después volvemos por ahí.
Caminamos por la avenida, llegamos a una estación de tren y cruzando el Periferique ahí está el bosquecito. Encontramos la entrada, y ... entramos.
Resulta que a Rosario le dió miedo. Yo le insistía, estamos a cien metros del equivalente parisino de la General Paz, y bueno, de a poquito nos fuimos metiendo por los caminos barrosos...
Caminamos y llegamos a un arroyito, un parque de juegos, nos sentamos en un banco a charlar un rato.
Se despejó y empezamos a pegar la vuelta. Colgado en un cartel...
Sí, un blazer rojo, en aparente buen estado. No, no tengo idea de porqué estaba ahí.
Vuelta por Bouguet, resulta que son 5 cuadras al depto. Es bueno saberlo, aunque el concepto de cuadra en París es de utilidad limitada, porque no es una ciudad cuadriculada, es más bien una colección de porciones de pizza de distintos tamaños.
Pero, para los que nos gusta ver un poco de arquitectura, pasear por cualquier lado significa que de golpe...
Volvemos al departamento, almorzamos y nos preparamos para la salida de la tarde.
Continuará...