Tu Orgullo era Mi Prejuicio
Uno siempre quiere creer que es un superado, que es desprejuiciado, abierto a todo lo nuevo, lo viejo, lo raro, lo lindo, lo feo, lo salvaje, lo moderno, lo divertido, lo aburrido, lo grande, lo chico, lo malo, lo bueno, lo que te pega, lo que te duerme.
Bah, yo quiero ser eso, pero sé que no lo soy, sé que tengo prejuicios. Lo que no sé es cuáles son. Entonces por suerte como la vida te lleva de un lado para el otro, y te hace ver, y escuchar, y estar acompañado, y solo, una noche viendo mythbusters con Tato en una propaganda escuchamos esto:
Y mi nene se puso a preguntar, papá, conocés alguien con vista de águila? Y con olfato de perro? Las focas pueden respirar abajo del agua? Podés caminar sobre clavos de hierro? Es mucho quinientos kilos?
Y llevamos dos días, estos dos días que mi mujer está en un congreso de mediadores en Mar del Plata, llevamos cantando una canción de Calle 13, cantando de día y de noche, inventando frases nuevas, y baila, y nos cagamos de risa.
Y no, no es la canción mas canción del mundo, pero parece el primo perdido de las canciones tranqui de Manu Chao de los 90s, es un me gustas tú con chiste al final, es graciosa, y salvo un verso, bueno, es la nueva canción favorita de mi persona favorita (categoría sub-6).
Y resulta que uno de mis prejuicios era creer que no me gustaba Calle 13, la puta que lo parió.