Reporte de viaje 9: a Sacre Coeur por la escalera, pero bajamos en teleférico
Volvimos del paseo en Segway y nos sentíamos culpables de haber dejado a mamá y Tato encerrados con un día glorioso, así que todos a un subte, tren, subte, taxi, proa a Sacre Coeur!
La vista desde arriba de Montmartre es hermosa, sobre todo en un día como este, glorioso día de sol de otoño. Probablemente el único que tengamos, según el pronostico.
La primera impresión, sobre todo si vas acompañado de tu mamá de 78 años es... cuantas escaleras que hay.
La segunda, es una especie de Taj Mahal románico, piedra blanca... me dió una impresión de alegría, contraste con Notre Dame que es más bien lúgubre. La novela "El jorobado de Sacre Coeur" sería mucho más alegre, sospecho.
En fin, subimos las escaleras, mamá se la bancó como una campeona, llegamos arriba, pero, no se pueden sacar fotos adentro.
Otras 2 medallas para Sol, espero que le gusten...
Con Rosario habíamos tomado un teleférico en Estambul que nos había encantado. El teleférico de Montmartre es... más modesto.
Bajamos, heladito en Haagen Dasz, caminamos algunas cuadritas, vimos un negocio de regalitos encantador (son sorpresa, por eso no hay fotos), bajamos a Rochechuart, caminamos, nos perdimos por 15 minutos, compramos garrapiñada de almendras (muy buenas) y llegamos a un negocio que nos habían dicho que era muy barato (Tati).
Sí, es muy barato. También son como seis tiendas en tres cuadras, cada una de tres pisos, sin ascensores. También es medio la salada. Igual, algún par de zapatos a siete euros, cinto para mí a 5 euros, alguna otra cosita, pero nada importante.
Ya agotados y espantando vendedores ambulantes, volvimos a casita.
Continuará...