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Ralsina.Me — Roberto Alsina's website

Lanata, largá el faso.

Span­ish on­ly!


Ay­er Jorge Lanata, que siem­pre me cayó bi­en, y a quién siem­pre acom­pañé en sus aven­turas ed­i­to­ri­ales (¡­Com­pré su li­bro de re­latos! ¡Ex­traño Críti­ca! ¡Me gusta­ba Silv­ina Chediek!) di­jo una pelo­tudez bas­tante im­por­tante.

Lo chi­canearon con apli­car­le no sé que mul­ta por fu­mar en un es­tu­dio de tele­visión, lo que es­tá pro­hibido por ley. En­tonces hi­zo un berrinche y di­jo "voy a de­jar de fu­mar cuan­do ust­edes de­jen de ro­bar", segui­do de ex­pli­ca­ciones de có­mo él no le hace mal a nadie, etc etc.

Supong­amos que no le hace mal a nadie. Supong­amos que "el­los" roban y no paran. ¿Y? ¿Qué pasa? No pasa nada, ex­cep­to que Lana­ta se da el gus­to de no ten­er que parar de fu­mar dos ho­ras. No hace ningu­na difer­en­cia ex­cep­to para él. Y mien­tras tan­to seguiría rompi­en­do la ley, que es tan ley co­mo la que pro­híbe ro­bar, ya que es­ta­mos.

De­cir esa boludez que di­jo Lana­ta es co­mo hac­er una huel­ga de mor­fi, o sea lo op­uesto de una huel­ga de ham­bre. Es prom­e­ter no pren­der­se fuego has­ta que los yan­quis se vayan de Viet­nam, es prom­e­ter com­erse un chori to­dos los días has­ta que el Ti­bet sea li­bre, es com­er en­sal­a­da de cetáceo has­ta que se sal­ven las bal­lenas.

Si uno se va a pon­er en adalid de la éti­ca (cosa que yo tra­to de no hac­er porque es un laburo jo­di­do, jus­ta­mente), no puede dar pie, no puede de­jar­la pi­can­do, porque si la de­ja servi­da se la man­dan a guardar. Lanata, la de­jás servi­da. Largá el pu­cho. Pen­sá un ra­to. De­spués crit­icá.

Pablo Ziliani / 2012-04-23 14:21:

Justo este es el tipo de boludeces que dejaría pasar en un ególatra. El resto no.


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