La Nueva Norma
Esa casa me daba curiosidad, porque tenía 7 años, y la curiosidad es el estado natural de los chicos de siete en todas partes, y no había muchas casas así (número de casas llenas de agujeros de bala vistas desde entonces: 0). Es tal vez notable que era 1977, un año interesante en que hubo unos 600 atentados con bombas en Argentina, y una dictadura rampante secuestraba y mataba gente con la precisión típica de los empleados públicos.
Y yo estaba caminando a la escuela, solo. Y no era raro, porque llevaba años andando por la ciudad solo. Solía ir a un taller de arte en la Galería Colonial en colectivo a los cinco. Sí, tomaba colectivos urbanos, solo, al centro, en Argentina, durante el golpe del 76. Para ir a taller de títeres.
Mi vieja era directora en la escuela 1111 en Santa Rosa de Lima, en esa época el peor barrio de la ciudad. Yo tenia 4 y me dejaba para que me cuidaran la cocinera y las porteras. O sea, que si ellas salían a comprar algo, o a visitar a alguien, yo iba, y jugaba en los patios con los perros, y me pescaba piojos todos los días, y parásitos de vez en cuando.
Para que se durmiera mi hermano, mi viejo lo ponía en el asiento del acompañante y manejaba toda la noche. Y no era que lo ponía en un asiento de seguridad, atado. Lo envolvía en una manta, lo ponía en el asiento, y salía a manejar, cagado de sueño.
Solía pasar los veranos en una "colonia de vacaciones", alrededor de los ocho, en Villa California, que no era lo que es ahora exactamente, y las actividades eran encender fuegos, hacer arcos y flechas, competencias de mear lejos, clavar langostas en telgopor, trepar árboles, comer frutos de colores de arbustos sospechosos, pescar murciélagos moribundos de la pileta y tratar de salvarlos poniéndolos en latas de arvejas, pinchar nidos de avispas, cazar escuerzos, escaparse a caminar por las calles de arena sin que nadie se entere. Durante un verano entero vimos, al ir en el colectivo, un caballo muerto pudrirse de a poco en una especie de charco. Lavábamos los platos con tierra, tomábamos agua de pozo de una manguera, tallábamos maderas con cuchillos, hacíamos pozos con palas.
Cuando tenía más o menos doce, andaba por el centro de Buenos Aires a la noche, me compraba entradas para ver a Les Luthiers, los veía solo, tomaba el subte, me perdía todos los días, perdía plata en los fichines, comía pizza parado, y nadie sabía adonde estaba desde la mañana hasta la medianoche.
Me acordaba de estas cosas anoche, charlando con mi mujer acerca de mi nene, que cumplió cinco hace poco, y que yo llevo a la escuela todas las mañanas.Su escuela está a tres cuadras de casa, en un barrio tranquilo. La idea de que vaya solo es impensable. ¿Qué edad tiene que tener para ir solo? ¿Qué edad para cruzar la calle a comprar caramelos? ¿Qué edad para que tenga su propio dinero, para que tenga llave de la casa, para ir a la plaza a jugar por su cuenta, para visitar a su amigo de la otra cuadra, para ir al baño solo en un bar?
No tengo ni idea. La experiencia de haber tenido cinco en 1976 no me ayuda a imaginar lo que es tener cinco en 2012, estoy perdido, soy un extranjero de un país bárbaro en que los nenes peleaban a mano limpia contra lobos salvajes. No estoy preparado para esto. O mis viejos estaban completamente locos.
I LOVE this post! So many quotable lines and a great observation. I wasn't in near the conditions you were in but I too wandered far and wide in a city of about 300,000 at the time. Not big but not a stranger to acts of violence and other crimes. Today my kids grow up in a relatively much safer area of the United States and my wife and I don't let them out of our sight for more than a few seconds it seems. Why is this? I don't know. My hunch is it's harming our kids more than we probably think.
My city was about the same size. About whether we are hurting them or not... who knows. I have this feeling there must be an unknown statistic somewhere like "10% of all children born healthy between 1967 and 1975 were maimed by wildebeests".
Me encanta la descripción que hiciste. Me siento identificado.
Por lo que veo yo tengo una década menos que vos, sin embargo todo era muy parecido a lo que contás. Por ejemplo, yo venía a SFe desde un pueblo (Tostado) en colectivo cuando tenía 8. Mis viejos me llevaban hasta la terminal y acá me esperaba mi abuela. Allá el pueblo era mio. Con mis amigos y hermano hacíamos cosas como las que vos contás, también es cierto que en los pueblos el tiempo pasa más lento, pero recuerdo que acá en SFe las cosas no eran muy distintas, nos la pasabamos yendo a las distintas casas de videojuegos -cosa que allá en el norte escaseaba (ni una sola hasta el 92 o 93)- camiando desde una punta a la otra o tomando coles.
En fin, cuándo cambió ? Será que hay pibes que hacen algo parecido a lo que hacíamos?
Dos cosas: 1- Yo sé la historia de esa casa baleada, haceme acordar que te la cuente; 2- Mamá me reconoció que eran unos inconscientes una vez que charlando con ella le comenté las mismas inquietudes que tenés vos ahora.